promoción de la tienda virtual y posicionamiento en el mercado
I. Objetivos y estrategias
II. Posicionamiento, promoción y participación
III. Analítica web
IV. Soportes y herramientas
Iniciaremos la definición de nuestro propio plan de marketing con el
Apartado I: Objetivos y estrategias de un Plan de Marketing Online.
Para llevarlo a cabo, será fundamental identificar qué objetivos quiero
conseguir a corto y medio plazo, cuantificarlos y ponerles una fecha realista
de consecución. Podríamos resumir los objetivos a conseguir en nuestra tienda
online en cuatro grandes grupos:
- Diferenciarnos de la competencia a
través de nuestras acciones de marketing.
- Cómo
nos puede ayudar el Plan de Marketing a llegar a clientes
potenciales, incrementar las ventas y generar ingresos.
- Mejorar
la comunicación con
nuestros clientes y lograr fidelizarlos.
- Posicionar y darle visibilidad a
nuestra marca en un mercado cada vez más competitivo.
Los objetivos más habituales en una estrategia de
marketing online para comercio electrónico se pueden centrar en varios
factores:
- Clientes: Identificación, acceso
a nuevos clientes, segmentación, fidelización de clientes, captación de
clientes de la competencia, etc.
- Expansión: Investigación de
mercados.
- Marca: Notoriedad de marca,
relevancia y visibilidad en la Red.
- Comunicación: Personalizar la
comunicación, reducir costes de comunicación, mejorar el contacto con
distribuidores, fomentar la interactividad y la viralidad, etc.
- Competitividad: Neutralizar acciones
de la competencia, diferenciación respecto de la competencia, etc.
- Ventas
y productos: Promocionar
productos, presentar nuevos productos, lanzar ofertas, deshacerse de
stocks, etc.
Para cada negocio se deben personalizar sus estrategias
y objetivos de marketing, tanto genéricos, para permitir una continuidad de la
estrategia a medio y largo plazo, como específicos, para cada acción de
marketing emprendida.
Publicidad y
promoción en medios tradicionales: Incluir la
información de la web en todos los soportes (sobres, cartas, folletos,
tarjetas, vehículos, etc.) y comunicaciones de la empresa (anuncios, vallas,
buzoneo, directorios de empresas, asociaciones empresariales, etc.). Es
recomendable realizar una primera acción para informar a toda la red de
trabajadores, colaboradores, clientes, proveedores, distribuidores,
recomendadores, etc., de la existencia de la web y de su función
Posicionamiento natural (SEO): Aunque es una tarea
con efectos a medio plazo, es importante empezar a posicionar la empresa en las
palabras clave más significativas. Para ello debe contarse con una arquitectura
del sitio web adecuada, snippets específicos para cada producto o gama de
productos, contenidos originales, de calidad, que aporten valor y que sean
fácilmente localizables, aparición en sitios de terceros relevantes para
nuestro negocio, y un largo etcétera de acciones en medios sociales (redes
sociales, blogs, etc.).
Enlaces patrocinados (SEM): Seleccionadas las palabras clave más
significativas, es buen momento para iniciar campañas en buscadores que
atraigan tráfico lo más segmentado y objetivo posible. Su alcance dependerá de
la capacidad de inversión disponible, de los objetivos marcados y de los
mercados a los que nos orientemos.
Publicidad online: Incluir campañas de anuncios (banners) en los principales
portales de referencia para nuestro sector o producto/s, para empezar a generar
volumen de visitas y darnos a conocer. Al igual que en SEM, la duración y
medios online elegidos lo determinará el presupuesto disponible. También se
pueden realizar patrocinios de eventos o secciones muy relacionadas con
nuestro negocio, o como parte de las acciones de Responsabilidad Social
Corporativa (RSC).
El segundo
paso, una vez conseguidas visitas de calidad, es rentabilizar su estancia en
nuestro portal, dependiendo del tipo de acción que deseemos obtener del
visitante:
Tienda online: Se debe facilitar al máximo la compra, aplicando técnicas de
usabilidad y de mejora de la experiencia de usuario, así como la información
para ello (gastos de envío, tiempo de envío, consultas, reclamaciones y
devoluciones,...). También es importante analizar cuáles son los motivos de
fuga (puntos donde el cliente abandona la compra) para corregirlos.
Prescripción de productos: Cuando el sitio no vende, sino que es
una web corporativa que se limita a informar de productos disponibles, es
necesario facilitar al máximo el contacto con la empresa y sus puntos de venta,
así como un espacio de preguntas habituales.
Contactar con el cliente: Si el objetivo es que el cliente
contacte con nosotros u obtener sus datos para posteriores acciones de
marketing, deberemos ofrecer la forma de recoger este contacto bien visible en
todas las páginas (formulario, enlace a nuestro Facebook, Twitter, etc.) en
lugares destacados e incluso por duplicado (menú y banner).
Servicio de atención al cliente: Ofrecer diferentes
opciones de contacto a través de varios canales (email, teléfono, tienda, chat
online, redes sociales, etc.), incluir acciones para recoger opiniones y
valoraciones del servicio, y evaluar el grado de adecuación a las demandas.
Obtener información y opinión del cliente: Para ello los
canales de contacto habituales y las redes sociales permiten esta
interactividad. Para que esta información sea útil, deberá ser recogida y
automatizada para su consulta.
Comentarios
Publicar un comentario